No te lo perdono

Desde el día que te recibí te traté como a una reina. Te vestí, te perfumé, te maquillé, pinté tus uñas, te compré Caro Cuore y hasta Victoria Secret, cepillé tus cabellos, leí la "Para Tí" a tu lado y a la noche me dormía mirando "Utilísima". Vos nada, la mirada vidriosa y perdida, nunca un gesto de cariño, nunca una palabra de aliento -del tema de tu aliento, mejor no hablar- esa falta de iniciativa...
En fin.
Te seguí bancando.
Pero basta, ahora me salís con esto... si ni siquiera me puedo fumar un faso al lado tuyo, buscate otro que te infle.

Dr. Alberto Carlos Bustos
The Parrot Shell University
Maciel Island

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