Ultimo momento...
La cabra está internada con un cuadro grave de deshidratación, astenia y convulsiones.
Al parecer, deconociendo el ritual amoroso con que las jirafas preceden a la cópula, la cabra habríase acercado insinuante en una conversación que habría empezado más o menos así:
- ¿Vos creés de verdad en la amistad entre las jirafas y las cabras? -dijo la cabra, tragando saliva.
- Msim, que sé sho, una está tannnnn aburrrriddda en este lugarrr, sin jiraffo, sin tener con quien compartir las emociones, ¿viste?, sin una caricia... que tener un amigo es algo súper ¿no te parece?.
- Mirá -la cabra hacía dibujos insinuantes con la pata en la tierra- yo no sé, yo creo que al fin de cuentas uno está acá y tiene que pasarla lo mejor posible, y por otro lado...
Llegado este momento, la cabra, habiéndose acercado lo suficiente a la jirafa como para besarla -foto- acometió, como macho cabrío, apasionadamente.
- Ay, no!: no arruinemos esta maravillossssha relación que hemos forjado -atinó a decir la jirafa, conteniendo hasta donde podía sus propias ganas de entregarse al deseo de aquel animal en celo.
Pero la cabra continuó, un besito, otro besito.
- Tocame las nalgas, cabrito!
Y allí fué la cabra.
- Y ahora otro besito!
Y la cabra le dió otro beso.
Al parecer, deconociendo el ritual amoroso con que las jirafas preceden a la cópula, la cabra habríase acercado insinuante en una conversación que habría empezado más o menos así:
- ¿Vos creés de verdad en la amistad entre las jirafas y las cabras? -dijo la cabra, tragando saliva.
- Msim, que sé sho, una está tannnnn aburrrriddda en este lugarrr, sin jiraffo, sin tener con quien compartir las emociones, ¿viste?, sin una caricia... que tener un amigo es algo súper ¿no te parece?.
- Mirá -la cabra hacía dibujos insinuantes con la pata en la tierra- yo no sé, yo creo que al fin de cuentas uno está acá y tiene que pasarla lo mejor posible, y por otro lado...
Llegado este momento, la cabra, habiéndose acercado lo suficiente a la jirafa como para besarla -foto- acometió, como macho cabrío, apasionadamente.
- Ay, no!: no arruinemos esta maravillossssha relación que hemos forjado -atinó a decir la jirafa, conteniendo hasta donde podía sus propias ganas de entregarse al deseo de aquel animal en celo.
Pero la cabra continuó, un besito, otro besito.
- Tocame las nalgas, cabrito!
Y allí fué la cabra.
- Y ahora otro besito!
Y la cabra le dió otro beso.
- Ay, pero no dejes de tocarme, y que dame otro besito, pero tocame loccco, beshito beshito beshito, tocame la nalga cabrottte encelllo!...
Sí, como nos dijo hace tantos años el monito Tití, a la Jirafa le gusta que le den besitos y le toquen el culito, muuuuchas veces antes de concretar.
Y por este motivo, esperamos el parte veterinario de la 1.
Curáte Cabra!
Dr. Alberto Carlos Bustos
The Parrot Shell University
Maciel Island
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