Curso de Política On Line - Lección I

-Profesor, ¿cuándo considera usted que es oportuno privatizar una empresa?

-Vea, estimado Educando, su pregunta es de principal importancia si desea algún día ser Presidente de Sudaquia. Responderéle que, a mi juicio, el mejor momento es cuando los potenciales compradores van a pagar menos.

- ¿cómo dice?

-En efecto, mis análisis del comportamiento de los presidentes de Sudaquia han demostrado que, para privatizar una empresa del estado han de darse alguna, algunas o todas de las siguientes circunstancias:

1 - Que la empresa haya sido administrada desastrosamente, a extremo tal que se encuentre no al borde de la quiebra sino quebrada, al límite de no poder operar.

2 - Que por dicha circunstancia, quebrada y con sus operaciones reducidas a un mínimo, resulte tener una planta supernumeraria, la cual, ante un flujo de fondos mínimo, resulte excesivamente onerosa e imposible de desvincular sin un gran impacto social.

3 - Que por el motivo mencionado sus activos estén totalmente deteriorados, fuera de servicio, irreparables, obsoletos y representen, si es posible, una amenaza para los usuarios o clientes e incluso sus propios trabajadores.

4 - Que la empresa se encuentre con problemas sindicales, enfrentamientos internos e incluso caida en acefalía o anarquía administrativa.

5- Que por estas causas esté demandada por sus trabajadores, clientes o entidades financieras, debiendo provisionar grandes erogaciones por juicios perdidos.

6- Que por alguno, algunos, o todos los motivos enumerados genere un accidente, desastre ecológico, enfermedades o mutilaciones a sus clientes, usuarios o trabajadores.

7- Lo más IMPORTANTE: que el comprador potencial tenga perfecto concimiento de todos y cada uno de los elementos señalados y mucho mejor si la opinión pública en su totalidad está en contra de la administración actual.

Así, la oferta será mínima, llegándose a pagar inclusive sumas simbólicas de $ 0,01 por empresas que costaron al estado millones de divisas y a la sociedad miles de víctimas.

Ese es el mejor momento para vender una empresa del estado para un presidente de Sudaquia.

Lo mejor es que, por ser tan bajo el precio de venta, al comprador le queda plata para repartir entre aquellos que lo ayudaron a comprar tamaña bagatela, entre quienes estará, seguro, usted convertido en el Excelentísimo Señor Presidente de Sudaquia.

Mientras dure su mandato, además, subsidiará al grupo empresario que tan grande riesgo corre al comprar despropósito semejante. Parte de dicho subsidio, obviamente, regresará en concepto de regalía a su bolsillito.

Y al tiempo, probablemente antes de finalizar su mandato, este mismo comprador habrá girado los fondos del erario público recibidos en concepto de subsidio -neto de las regalías antes mencionadas- a un islote con nombre de reptil y habrá administrado el negocio de la misma manera en que antes lo hacía usted pero con una mejor ingeniería contable que permitirá, al cabo de unos pocos años, que el gobierno deba hacerse nuevamente cargo de la empresa sin costo alguno para el Grupo Inversor saliente.

Obviamente, la gratuidad de esta operación será mayor cuanto mayor sea su participación en el reparto de dividendos post renacionalización.

Comprende?

-Si, Señor Profesor, debo hacer todo lo contrario a lo que hago cuando quiero vender por ejemplo mi auto, que lo pongo lindo, arreglo los detalles de pintura, trato de que la relación kilómetros/precio de venta sea favorable, trato de que no esté chocado, es decir trato de sacar el mejor precio...

-Efectivamente, fíjese, queridísimo aprendíz de presidente de Sudaquia, que si la empresa funcionara perfecto, daría ganancias, y estas irían a parar el Tesoro de la Nación -de donde no es difícil llevársela, pero requiere más sutileza- y no a su bolsillo. Y si la vendiéramos funcionando perfectamente y al valor en que cabe ser vendida ¿no tendría que poner demasiada plata el comprador?, entonces..., ¿tendría resto para regalarnos? ¿y por qué habría de hacerlo si pagó lo que tenía que pagar por algo que funcionaba bien?... concluyamos la clase de hoy con una reflexión...

Para un Presidente de Sudaquia el mejor momento para privatizar una empresa es cuando para vender cualquier otro bien sería el peor momento.