Historias olvidadas...

El benerable Onán, anacoreta y cocinero manco del siglo XII, agasajaba a los peregrinos que acudían a su hermita en busca de la cura del mal de la calentura -estado febril de etiología desconocida en esa época- con pequeños bocadillos de queso de su manufactura, lo cual fué incluído en su proceso de canonización ya que se atribuye a un milagro la obtención de materia prima para elaborar ese producto en medio del desierto en el que vivió y murió a la edad de 36 años, pálido, ojeroso y con extrañas pilosidades.
Dr. Alberto Carlos Bustos
The Parrot Shell University
Maciel Island

Comentarios

ENSU dijo…
¡Qué mala leche...!
aquiles m. dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
aquiles m. dijo…
Pensar que el tipo duerme al lado de su mejor negocio !!!

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