En este momento,

...en este instante (20:47) mis vecinos de abajo y de arriba –vivo en un departamento- están caceroleando, incluso uno, que no mata una mosca, gritó “váyanse, hijos de puta”. Son buena gente. Trabajan. A uno lo operaron de cervicales y a la mujer del otro, de hemorroides.
Ahora, hablemos en serio.
Esto es joda.
Quien algo conoce de historia Argentina, no ya latinoamericana, digo la que le contó su viejo, sabe el significado real de la palabra “terrateniente”.
Te recuerdo que, tan buena gente son los terratenientes que, más allá de las leyes del trabajador, hubo que crear para el trabajador agropecuario una ley especial llamada “Estatuto del Peón de Campo” y como esto resultó excesivamente taxativo hubo que agregar el “de cosecha” ya que a los golondrina los señores terratenientes los dejaban afuera por inocente desconocimiento de su parte, pobre señor terrateniente.
Haceme dibujitos y te los interpreto cuando escuches, por ejemplo, Bunge & Born o Bunge solito, Pérez Companc, Fortabat, cualquiera, los grandes terratenientes. Y esto solo para hablar de los más fashion. Pero Fijate que uno de los mencionados vendió las empresas petroleras y de servicios petroleros, pero no vendió los campos e incluso se compró unas fabriquitas de mierda que pertenecen a un holding de morondanga llamado Molinos que está íntimamente ligada al campo. Y la otra vendió la cementera, pero no vendió las estancias ni las cabañas. Claro, no pueden abandonar el vicio, pobres, al fin y al cabo son como aquel viejo maestro jubilado que da clases particulares y se van de los buenos negocios a los negocitos amateur para despuntar el vicio…
A ver muchachos. Nadie en sus cabales puede estar del lado de “ese” campo.
Están también las internacionales. Cargill, Sadia, qué se yo.
Del lado de “ese” campo, tampoco.
Sigamos tirando de la piolita.
Los yupies (sí bolú, ellos…).
Te acordás de la patria financiera?: Bueno, ahora se juntan tres boludos que no saben “ni cómo caga una vaca” como dijo un paisanito refieriéndose a Moreno, y le dan la plata a un cuarto boludo que “la tiene clara”: conoce a un tipo que el año pasado le fue bárbaro y se dio cuenta dónde estaba el negocio real –no en sembrar soja… ¡en juntar la platita, papá!!!. Este chabón, la pone a laburar con otro tipo que es el que tiene la cadenita completa: sabe qué campos arrendar barato –aunque el precio que le cobran a los tres boludos iniciales tiene (al final) un 30~50% arriba, no te jodo- tiene al ñato que le vende la semilla –para los tres boludos de siempre y cien boludos adicionales que los primeros desconocen, con lo cual tiene un descuento por volumen de puta madre que nunca, pero nunca, llega a los tres boludos de marras- tiene al cosechador –que le hace un precio de puta madre porque están todos los campos de los boludos que no se conocen entre sí uno al lado del otro o sí se conocen y creen que participan de un negocio pingüe con el mismo dealer- y tiene el acopiador y tiene y tiene… y se queda encima.
Bueno, estos yupies, gerentitos de medio pelo, mediquitos asociados de prepaga, fabricantes de shampúes truchos, etc., son los inversores, los que apalancan el crecimiento sojero. Muchos de ellos no saben dónde está el campo que se sembró con su plata. Y créanme: no saben, en rigor, cuánta plata van a recibir. Así de bien hizo el negocio el que “juntó la platita”. Pero al final, el numerito les cierra. Porque sacan más que en el placito fijo que era la ingeniería financiera más arriesgada que se animaban a hacer o a descular. No por otra cosa. De costos agropecuarios, cero al as. O verso, eso sí. De estos tipos vi a dos caceroleando ayer en Acoyte. Yo quisiera saber en su estructura de costos cuál es el impacto real. De qué hablás, man?
Te recuerdo que el negocio agropecuario está sujeto a cuestiones climáticas y que todo el mundo sabe que algo, un poco o mucho se puede perder y no cerrar. Así que no jodas, este porcentaje no te puede destruir ningún pronóstico: Seamos serios.
Vuelvo: Estos y los primeros son la “Patria Sojera” o la “Patria Pecuaria”.
Otra vez: Nadie en sus cabales puede estar del lado de “ese” campo.
Y, finalmente, están los pequeños productores. Cagados por Dios y María Santísima, viendo todo el tiempo cómo carajo hacen para poder seguir, aunque en este momento algunos –depende el rubro- la estén pasando un poco mejor pero siempre con la tentación de arrendarle a algún juntacabeza de yupies.
Listo.
Ahora, antes de seguir, una cosa, con una mano en el corazón: decime ya, sin repetir y sin soplar… ¿cuántos productos elaborados a partir de soja tenés en tu casa?. Ahá. Y de girasol… claro, aceite. Ahá. Entonces, me cago, ¿quién carajo compra tanta soja y girasol?!.
¿Las retenciones a quién se le cobran?: si, acertaste. A los que exportan. A ver si podés adivinar en cuál de los grupos antes mencionados está la mayoría de los exportadores argentinos y de los que no siendo argentinos operan en la Argentina.
El incremento en las retenciones es mínimo en porcentaje.
¿Sabés quienes hacen piquete de los tres grupos?: los terratenientes, no. Las agro~industrias, no. Los yupies, no. Si. Los pobres chacareros. Porque es el campo, viste, por eso. Pero están defendiendo a los mismos buitres que están esperando que ellos se fundan para comprarles el campito.
¿Entonces, Dr.?
Entonces que la gente no está apoyando al campo. Creéme. Pero no lo sabe. Está protestando por sí misma, pero le dieron en un mal marketing ideológico la derecha al campo, a la idea del pobre paisanito. Dejate de joder.
Aunque los argentinos somos recontra solidarios y somos capaces de salir a cacerolear por causas ilógicas y ajenas, no somos capaces de salir a protestar ni a cacerolear por lo que realmente nos jode o lastima o perjudica o como mierda quieras llamarlo:
- La soberbia.
- El facioso desprecio por el diálogo.
- Los Fernández, los Moyano y los D’Elía.
- Los Lusteau y los Moreno.
- Los putos precios, inflación que no nos reconocen los muy guachos.
- La inseguridad.
- La descobertura de salud.
- Las rutas de mierda.
- Toda la infraestructura de mierda.
- El transporte choto.
- El robo de guante blanco teñido de mierda.
En definitiva y redondeando, mi hipótesis queridos amigos, es esa: que nos estamos quejando de lo que nos rompe las pelotas pero muy pelotudamente. Como sin animarnos a decirlo y como diciendo cobardemente “no lo hago por mí señora, sino por el pobre paisanito”. Nos faltan huevos para salir a cacerolear por nosotros mismos y hacemos entonces un trueque con “el campo”: yo digo que es por vos y de paso a vos te sirve. Lo más trágico y enternecedor: lo hacemos de todo corazón.
Una pena.
La hipocresía está en todos.
En mí, primero.

Dr. Alberto Carlos Bustos - The Parrot Shell University - Maciel Island